
- El 70% piensa que las políticas climáticas mejorarán su calidad de vida.
- El 64% afirma que la transición ecológica será una fuente de crecimiento económico.
- El 59% cree que las políticas de lucha contra el cambio climático crearán más puestos de trabajo de los que destruirán.
- El 35% prevé tener que mudarse a otra región o país en el futuro a causa del cambio climático; esta cifra aumenta al 61% entre los veinteañeros (personas de entre 20 y 29 años).
Estos son algunos de los resultados de la última edición de la encuesta sobre el clima 2021-2022 realizada en septiembre de 2021 y recién publicada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el instrumento de préstamo de la Unión Europea y el mayor proveedor de financiación multilateral del mundo para proyectos de acción por el clima.
Mejora de la calidad de vida, pese a un descenso del poder adquisitivo
¿Son las políticas de lucha contra el cambio climático positivas para la economía? La mayoría de los españoles así lo piensa: un 64% afirma que la transición ecológica será una fuente de crecimiento económico (por encima de la media de la UE del 56%).
Además, el 70% de los encuestados españoles también cree que mejorará su calidad de vida, aumentará la comodidad de su vida diaria y tendrá efectos positivos en la calidad de su alimentación o su salud. Las políticas dirigidas a abordar la emergencia climática también se consideran positivas para el mercado de trabajo: más de la mitad de los españoles (59%) cree que tendrán un impacto neto positivo en los niveles de empleo del país, generando más puestos de trabajo de los que destruyen.
Con todo, una mayoría (59%) prevé que su poder adquisitivo disminuirá con la aplicación de la transición ecológica.
Emigración a otras regiones y cambio de trabajo
Según los españoles, los retos relacionados con el cambio climático han llegado para quedarse. Si bien un tercio (30%) de los encuestados cree que la emergencia climática estará controlada en 2050, el 67% teme que seguirá siendo un problema importante a mediados de siglo.
Al preguntarles por el impacto a largo plazo de la crisis climática, más de un tercio de los españoles (35%) prevé tener que trasladarse a otra región o país debido al cambio climático. Esta preocupación es mucho mayor entre los veinteañeros, ya que el 61% de ellos afirma estar preocupado por la posibilidad de tener que mudarse por cuestiones climáticas.
Adaptaciones del estilo de vida a largo plazo
Los españoles son conscientes de los cambios de comportamiento que deben adoptarse para hacer frente al cambio climático. Un tercio de los encuestados (34%) cree que en 20 años la mayoría de las personas ya no tendrán coche, y el 67% piensa que la mayoría de los españoles teletrabajará para contribuir a la lucha contra el cambio climático. Por último, un tercio (35%) estima que la mayoría de la gente habrá adoptado una dieta basada en vegetales y el 60% predice que se asignará una cuota de energía a cada ciudadano (12 puntos por encima de la media de la UE del 48%).
Una comparación mundial: diferencias entre europeos, británicos, estadounidenses y chinos
En general, los europeos están divididos en cuanto a si la transición ecológica será, o no, una fuente de crecimiento económico. Más de la mitad de los encuestados (56%) cree que será así, en línea con la percepción de estadounidenses y británicos (57% ), mientras que los chinos son más optimistas (67%). No obstante, la mayoría de los europeos (61%) confía en que su calidad de vida mejorará, con un impacto positivo en la calidad de su alimentación o su salud. Los europeos son más pesimistas que los chinos (77%), los estadounidenses (65%) o los británicos (63%).
El vicepresidente del BEI Ricardo Mourinho Félix ha afirmado: «Los ciudadanos españoles confían en que la transición verde contribuirá a mejorar su calidad de vida y el mercado de trabajo. Pero también les preocupan algunos grandes cambios que tendrán que introducir en su modo de vida debido a los efectos el cambio climático a largo plazo. Como banco climático de la UE, es nuestra responsabilidad trabajar con los encargados de la elaboración de políticas y los socios de la industria para abordar de forma concreta estas preocupaciones. Al hacerlo, podemos contribuir a impulsar la doble transición hacia un futuro más verde y próspero que no deje a nadie atrás».